Después del recorrido por las Repúblicas Bálticas, siguiendo el viaje veraniego los muchachos aterrizaron en Warsawa, capital de Polonia.
La ciudad está en plena lucha para convertirse en una ciudad europea moderna y superar los estragos de la larga época tras el telón de acero. Hoy conviven las modernas zonas de rascacielos y construción moderna con los edificios de la época soviética con su imborrable sello. Conserva un casco histórico no muy grande, pero si hermoso. En definitiva, una ciudad de contradicciones pero que merece la pena conocer.
Su red tranviaria es vieja, aunque en la actualidad en fase de modernización. Conserva mayoritariamente un parque de vehículos compuestos por los antiguos Tatra T1, pero hay que recordar que es tal vez el mayor parque de tranvías del continente, en total casi 900 tranvías. Cuenta en la actualidad con modelos articulados de Alston M6B y M6C y la longitud de la red es de 122 Kms estando compuesta por 28 líneas. A pesar del deterioro de muchos de estos vehículos no hay que olvidar que dan a la ciudad un sabor magnífico.