El pasado fin de semana, Tere y yo estuvimos en Sevilla asistiendo a la fiesta de la Casa de León. Los actos, sobre todo el desfile de pendones, estuvieron muy bien. Los sevillanos, viendo por la calle Tetuán aquella comitiva, se preguntaban que si éramos tiroleses. En fín, el gracejo andaluz.
Lo cierto es que la ciudad estaba preciosa y pudimos pasear por el Barrio de Santa Cruz, por Triana y conocer multitud de iglesias, que te confirman que Sevilla es puro arte. Arte y gastronomía... nos pusimos ciegos de pescaítos fritos.
Hicimos un viaje en tranvía recorriendo la línea íntegra. El trayecto es corto todavía, pero ya está previsto que lo alarguen hasta Santa Justa. El modelo actual es cómodo y silencioso, aunque estéticamente bastante feo.
Es una pena que no se planteen recuperar alguna línea histórica con coches de la época donde aún se conservan carriles, como en la calle Hernando Cortés, (foto de Tere) .
Me traje el libro "El tranvía, crónica de costumbres de la ciudad de Sevilla " de Nicolás Salas, una delicia.
2 comentarios:
El tranvia no es feo, es HORRIBLE, y sobre todo no pega nada con el entorno tan maravilloso.
Bueno no es el modelo ideal, pero tampoco es para tanto. Tenian que recuperar algun coche histórico...
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