Lisboa es una ciudad dificilmente imaginable sin el tranvía. Ha sabido mantener el crecimiento y la modernidad conservando sus viejos tranvías en servicio. Es un claro ejemplo de como mantener el servicio y a la vez las señas de identidad de los últimos ciento veinte años.
Los viajes a Lisboa han sido muchos y frecuentes. El primero de ellos un año antes de casarnos, desde Ericeira visitamos la Capital y desde entonces quedamos enganchados. El Chiado, La Baixa, la Plaza del Comercio. Subir a la parte alta de la ciudad en el viejo tranvía es uno de los placeres turísticos que nadie debe perderse.
Tengo varias reproducciones y billetes. Me faltan libros.