Mi amigo Carlos de la Casa suele pasar parte del verano visitando ruinas para no olvidar su profesión de arqueólogo. Este año viajó a Turquía y además de hincharse a ver piedras, tuvo tiempo para hacer alguna foto de los tranvías de Estambul.
Junto al moderno tranvía que ya recorre las calles de la ciudad, se siguen manteniendo los viejos de la Plaza de Taksin al Túnel y el de cremallera, que siguen con el encanto del principios del siglo pasado.
En definitiva, Estambul sigue siendo una de las ciudades más atractivas del mundo, mezcla de culturas, de continentes de mares y de religiones a la que el tranvía le mantiene la tradición ferroviaria de los viejos trenes internacionales que encontraban aquí uno de los puntos de destino más famosos. El Hotel Pera Palas es memoria histórica de esta época dorada de trenes y tranvías.